martes, 10 de mayo de 2016

La postura del otro: Levinás y el conflicto

Levinás emana una sentencia que va en contra de las proposiciones que Heidegger había realizado en tiempos anteriores sobre el ser neutro, -El ser es ante todo para otro- sostiene y defiende Levinás. “La única posibilidad del existente es la salida de sí para evocarse en la relación con el otro”. 
La heteronomía es lo que compone a los sujetos pensados por Freud, Lacan y levinás. Renuncian a la teoría de autonomía cartesiana. Este punto de encuentro entre estos tres pensadores nos habla de cómo la ley es impuesta por el otro y no por uno mismo. La modernidad se instaura con Descartes, cuando se libera de un sinfín de cadenas, sólo usando el método de la duda; empezaría a dudar de todo y de todos, capaz de conocer y aprender la realidad. El sujeto que propone Freud y Lacan es un sujeto que es débil, que no puede conocer al otro. Cortés al conquistar a México, decide darse a la tarea de conocer a los indígenas, pero no con fines teóricos, de hecho, no como ningún fin, sino como medio para poder apoderarse del territorio, los conoce con fines destructivos. Pues para Cortés los indígenas nunca llegaron a ser sujetos, el sujeto autónomo es en sí, un sujeto solitario que a su vez es muy violento, pues no coloca a los demás sujetos en su misma línea, sino que lo subsume. Freud, Levinás y Lacan manifiestan que hay una parte en el otro que no conozco, y que con dificultad llegaré a conocer. Inclusive hay una parte de mí mismo como ser que no llego a conocer, que vendría siendo el inconsciente.
 El otro para mí es un enigma, tengo la posibilidad de conocer algo del otro, peor el otro es infinitamente distinto a mí. Esa inaprehensión del otro es lo que permite dar paso a la ética, pues comprendemos que así no lleguemos a comprender al otro en su totalidad, igual debemos convivir con ello, con sus virtudes y falencias. El sujeto-objeto instaurado por Descartes es desmontado por estos tres teóricos que dicen que el sujeto no conoce al objeto del todo. Ese cuerpo humano que está al lado mío, independientemente de sus características intelectuales o físicas, me llama y obliga a respetarlo y a tratarlo como yo quisiera ser tratado. Mi responsabilidad es ante el otro, para reconocerme a mí también, al momento de tener una responsabilidad, esto me da la calidad de sujeto, esa responsabilidad de reconocerme ante el otro, y de reconocerlo, de ahí parte la ética. Yo no puedo saber ni cómo piensa ni cómo es el otro en su totalidad. Es el rostro humano lo que hace un llamado a la piedad, si fuéramos sólo cuerpo no habría contratiempos a la hora de cortar con la vida de alguien, es mi rostro lo que le da sentido a mi cuerpo, y a él le debemos que el mundo aún tenga una especie de equilibrio. Reducir la vida del ser humano al presente es olvidar todo el proceso que hubo en la humanidad para que yo llegara acá, mi rostro es el espejo de mis antepasados.
Teniendo en cuenta toda la teoría de Levinás para entender la construcción de lo humano en base a la perspectiva del otro, vemos que en Colombia ha sido la pieza clave para resolver el conflicto que ha afligido a nuestro país. Entendiendo que la diferencia y la perspectiva de los demás es igual de valida a las ya instauradas y que se deben tomar en cuenta, al igual, los cimientos de la ética y la moral se deben construir con la tolerancia, el respeto y la aceptación de posturas y pensamientos que no comparten y/o contradicen los que otra persona pueda opinar o lo que un gobierno haya instaurado, donde al no ser respetadas ni valoradas estás otras formas de pensar, ideologías, credos y movimientos políticos desencadenan aquella disputa que hoy en día sigue de forma implícita ya que la guerra se ha tergiversado y se trata de negociar la paz mediante acuerdos que no acogen todas las problématicas sociales, económicas, políticas y educativas que padece el país, sino simplemente se trata de como el otro debe ser subyugado a las condiciones impuestas por algún otro. Sin embargo, la construcción de la paz empieza cuando la tolerancia y el respeto se forjen para generar un consenso que otorgue una verdadera igualdad y equidad.

1 comentario:

  1. La sociedad colombiana ha cambiado y dejado una brecha muy grande sobre la formación social de lo humano durante todos estos años. Se evidencia una gran brecha y rompimiento dentro de la formación social, ya no se considera al humano como un ser completamente respetado y podemos ver que desde diferentes perspectivas de la formación como lo son la des-civilización, la competencia constante, el lenguaje, la concentración del poder y la postura del otro, se ha generado este rompimiento y por eso mismo el desmoronamiento de la sociedad se está dando poco a poco.
    El concepto del poder en nuestra sociedad ha tenido una desviación. El poder ha desubjetivado a la sociedad, volviendo todas las percepciones iguales, quitándole individualidad a cada población, alejándolos de sus propios gustos, percepciones e ideales.
    Ahora la sociedad es como el gran hermano propuesto por George Orwell en su libro 1984. Tenemos alguien que nos gobierna y nos impone sus propios ideales sin darnos cuenta.
    En cuanto al conflicto armado Colombiano: una perspectiva desde la psicología. Se puede decir que se le ha quitado la oportunidad al estado Colombiano de demostrar su gran diversidad, sus distintas formas de concepción sobre la vida y el mundo y se les ha impuesta una sola mira, donde sí se salen de esta perspectiva impuesta serán castigados, serán excluidos, y tal vez pueden ser retirados hasta de su lugar de procedencia o simplemente violar el derecho de la vida a estas personas.
    Según la perspectiva de la formación social de lo humano en las relaciones de poder de M. Foucault cual considera usted la mejor alternativa y solución para promover el desarrollo de un poder equilibrado en toda la sociedad, sin dejar en una posición de sumisión a ningún sujeto y tampoco sin tener el poder concentrado en una sola elite?
    (Juliana Guerrero Mejía)

    ResponderEliminar